La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA-TCP) ha anunciado un ambicioso proyecto para desarrollar tecnologías de inteligencia artificial (IA) que beneficien a sus naciones miembros. Esta iniciativa surge como respuesta a los desafíos que enfrentan los gobiernos progresistas en la era digital, donde la IA se ha convertido en una herramienta poderosa que puede ser utilizada tanto para el progreso como para la manipulación, en contra del interés de los pueblos y de su soberanía. El proyecto busca crear un Centro de Tecnología, Ciencia e Innovación que permitirá a los países del ALBA desarrollarse en el campo de la IA y las redes sociales, promoviendo una perspectiva ética y responsable en beneficio de sus pueblos.
El desafío de la IA para los Gobiernos progresistas.
Los gobiernos y países progresistas, especialmente aquellos que forman parte del ALBA-TCP, se encuentran bajo un constante ataque en el escenario global. La revolución tecnológica, impulsada por el avance de la inteligencia artificial, ha proporcionado nuevas herramientas para la guerra no convencional. Estas tecnologías de vanguardia están siendo utilizadas para promover el genocidio, la calumnia y la desinformación, creando un panorama complejo y peligroso para las naciones que buscan mantener su soberanía y promover políticas progresistas.
En este contexto, las superpotencias, propietarias de las tecnologías más avanzadas, han adquirido un poder sin precedentes. Pueden utilizar estas herramientas contra cualquier nación que consideren una amenaza para su hegemonía. Un ejemplo alarmante de este poder es cómo un relato malintencionado, estratégicamente posicionado en las redes sociales a través de algoritmos sofisticados, puede desencadenar un efecto mariposa. Este efecto tiene el potencial de distorsionar masivamente la percepción de la realidad en un país, llegando incluso a influir en la gestación de estallidos sociales, invasiones militares o cambios de régimen.
Impacto de la IA en las sociedades y las democracias
La era de la Inteligencia Artificial no solo plantea desafíos para los gobiernos, sino también para los ciudadanos comunes. El informe «DemocracIA: Percepciones sobre inteligencia artificial y democracia en Argentina, Brasil, Colombia y México» revela datos preocupantes: más del 40% de los encuestados afirma que el contenido político en línea producido por IA está aumentando la polarización en sus sociedades. Este fenómeno amenaza con fragmentar aún más el tejido social y dificultar el diálogo democrático.
Además, expertos como Paola Ricaurte, investigadora en Inteligencia Artificial, advierten sobre las implicaciones más profundas de esta tecnología. En una entrevista con El País, Ricaurte señaló: «Estos sistemas amplían la desigualdad porque hacen que unas pocas personas concentren todo el dinero, el poder, los recursos naturales, los datos y el conocimiento. Son sistemas que están hechos para optimizar esos procesos extractivistas, de despojo y violencia.» Esta concentración de poder y recursos en manos de unos pocos plantea serios cuestionamientos sobre la equidad y la justicia social en la era digital.
La visión del ALBA para una IA ética y responsable
Ante estos desafíos, las naciones del ALBA han decidido tomar un papel proactivo en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Su objetivo es convertirse en abanderados de una IA desarrollada desde el sur global, con una perspectiva ética, segura y responsable que beneficie realmente a sus pueblos. Esta iniciativa representa un contrapeso importante a la dominación tecnológica de las superpotencias y busca democratizar el acceso y uso de la IA.
El presidente Nicolás Maduro, durante la XXIV cumbre de los países del ALBA celebrada en Caracas, Venezuela, el 14 de diciembre último, anunció: «La conglomeración de países del ALBA será a futuro una potencia en inteligencia artificial y de las nuevas redes sociales para la cultura y la paz.» Esta declaración marca el inicio de un ambicioso proyecto para construir las capacidades de inteligencia artificial y redes sociales del ALBA, con la intención de extender su influencia a toda América Latina y el mundo.
Este proyecto no solo busca el desarrollo tecnológico, sino que también se alinea con los principios fundacionales del ALBA, concebidos por Fidel Castro y Hugo Chávez como una alternativa bolivariana al neocolonialismo. La iniciativa pretende utilizar la IA como una herramienta para fortalecer la soberanía tecnológica, promover la integración regional y la diversidad cultural, y ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades específicas de los pueblos de América Latina.
El Centro de Tecnología, Ciencia e Innovación del ALBA
El corazón de esta iniciativa será el nuevo Centro de Tecnología, Ciencia e Innovación del ALBA. Este centro, cuya ubicación física ya está determinada, se convertirá en el epicentro del desarrollo tecnológico para científicos, tecnólogos, matemáticos y físicos del sur global. Su establecimiento marca un hito importante en la búsqueda de autonomía tecnológica y soberanía digital para los países miembros del ALBA.
El presidente Maduro anunció que la infraestructura física del centro ya está preparada: «Ya está lista la edificación donde el Centro estará emplazado, y ahora pasaremos a activarlo e inaugurarlo con las condiciones científicas, tecnológicas y de dirección necesarias para impulsar la inteligencia artificial y el desarrollo de redes sociales de manera ética y segura». Esta declaración subraya el compromiso tangible del ALBA con el proyecto y sugiere que el centro comenzará a operar en un futuro próximo.
La ubicación del centro en las montañas de los Altos Mirandinos, en Venezuela, no es casual. Esta ubicación geográfica ofrece ventajas estratégicas, como un ambiente propicio para la investigación y el desarrollo, alejado de las distracciones urbanas, y potencialmente con acceso a recursos naturales que podrían ser útiles para el desarrollo tecnológico sostenible. Además, su ubicación en Venezuela, un país que ha estado a la vanguardia de las iniciativas del ALBA, subraya el liderazgo de esta nación en el proyecto.