El rol de Argentina en el G20 2024

Juan Pablo de María*

En esta oportunidad el G20 se realizó en Río de Janeiro, Brasil los días 18 y 19 de noviembre del corriente año 2024. La consigna de la cumbre de este año fue contra el hambre y la pobreza. Más precisamente “Alianza global contra el hambre y la pobreza”. Un eslogan en un mundo con cada vez más desigualdad económico-social donde la pobreza y el hambre son la parte más cruda de la realidad internacional.

Lula Da Silva, presidente de Brasil, fue el primer mandatario anfitrión de la cumbre. Se pudo observar que al presidente de Argentina Javier Milei lo saludó estrechándole su mano -saludo frío y distante- mientras que a los de más jefes de estado los saludó con un abrazo y una sonrisa. Los gestos en política tienen una carga simbólica que comunican políticamente algo y se prestan a interpretaciones y análisis.

El gobierno argentino firmó el documento final del G20, pero planteó disidencias. La postura de Milei como primer mandatario en lo que atañe a política internacional comporta una rara coherencia.

Desde que asumió la presidencia hace poco menos de un año plantea a viva voz dentro y fuera de la Argentina que el país tiene que ser un faro mundial en favor de la libertad y en contra de sus enemigos: la agenda 2030, el comunismo, el estatismo. Es decir, todo aquello en lo que el estado argentino tiene un compromiso que trasciende a los gobiernos de turno. Milei va a contramano del Estado.

Sin embargo, en los hechos el Gobierno presidido por Javier Milei tiene que aplacar su sobreideologismo (exceso/abuso de ideología) con pragmatismo y realismo político para sostener al Estado nacional en el concierto internacional. No tiene que extrañarnos entonces la foto de Milei con Lula da Silva por un lado y con el jefe de estado de China Xi Jinping por otro lado.

El presidente de Argentina se refirió a cada uno, en más de una oportunidad y con tono despectivo y peyorativo, como comunistas alegando que Argentina no tendrá relación con países comunistas. La realidad le hizo ver que en política internacional los intereses son más importantes que las ideologías y estas por más fuerte que se expresen no tienen la primacía que tienen los intereses en juego en las relaciones entre naciones.

Esto no significa que las ideologías no sean importantes. Sirven de ayuda, de guía, pero encuentran sus límites en los intereses que mueven a actuar a los países. El gobierno de Milei se caracteriza por una conducta extraña, que se presta a confusión, en relaciones exteriores: sobreideologización moral y política en defensa de la libertad en el orden nacional e internacional y pragmatismo político a la hora de actuar.

La Argentina presidida por Milei sobreactúa políticamente desde lo ideológico y se mueve con pragmatismo en la arena internacional. Ejemplo de ello es la relación con China y con Brasil. Los dos socios más importantes que tiene Argentina a nivel mundial. Por más que Milei haya dicho que Argentina no tendría relaciones con estos países por comunistas, no pudo sostener ese discurso en la práctica.

Las relaciones con estos países se mantienen y son más necesarias que con otros, por ejemplo, Estados Unidos e Israel que el jefe de Estado argentino viene expresando, desde que asumió la presidencia, que son los socios más importantes de Argentina en el escenario internacional. Pero la realidad es más fuerte que la ideología y Argentina mantiene y les da continuidad a sus relaciones con China y Brasil por más reticencias que la política exterior del Gobierno tenga con estos países.

Con respecto a la relación actual de Argentina con China, Milei tuvo una reunión bilateral con Xi durante el G20. Esto no significa que haya sido parte de las actividades de la cumbre, sino que es un espacio de política real donde, en este caso puntual, fue necesaria la reunión del primer mandatario argentino con su par chino para fortalecer la relación comercial y económica.

Milei también se reunió con Kristalina Georgieva, la titular del Fondo Monetario Internacional, institución acreedora de parte de la deuda externa que tiene el Estado argentino con la misma. Aquí entra en juego la relación de Argentina con Estados Unidos que es el integrante más importante que tiene el FMI a nivel mundial. Habrá que ver qué y cómo actúa el gobierno argentino una vez que asuma la presidencia D. Trump.

Un capítulo aparte merece la relación bilateral Argentina – India en el G20 que transcurrió en Río de Janeiro. Hace 5 años ambos países mantienen una relación estratégica y en esta cumbre se acordó continuar fortaleciendo lazos.

En conclusión, en este G20 el Gobierno argentino subordinó su ideología a un realismo acorde al escenario internacional en curso.

* Juan Pablo de María es Magíster en Relaciones Internacionales por FLACSO – Argentina y se desempeña como asesor del Senado de la Nación Argentina.

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