Desde el Gobierno de Pakistán se anunció el acuerdo de una tregua de siete días entre grupos sectarios rivales, luego de una serie de enfrentamientos que desembocó en la muerte de docenas de personas en el noroeste del país.
La violencia escaló gravemente el pasado jueves, luego que un hombre armado atacara a un grupo de musulmanes chiítas, matando al menos a cuarenta personas. Como respuesta, los residentes de Kurram atacaron a los grupos sunitas de la zona.
Durante décadas, ambos grupos han estado enfrentados en una confrontación sectaria por una disputa territorial en el distito de Kurram de la provincia Khyber Pakhtunkhwa, cerca de la frontera con Afganistán. Tras los hechos de violencia, el vocero de la provincia y miembro del equipo de mediación, Muhammad Ali Saif, dijo que además del cese al fuego, “ambas partes también acordaron el intercambio de prisioneros”. taue ambas partes acordaran el cese al fuego, “también intercambiarán prisioneros y restos de los abatidos”.
El equipo de mediación se encontró con los líderes de ambos grupos en la ciudad de Parachinar, la más importante de Kurram, mientras que el distrito estaba bajo toque de queda.
El jefe de policía de la provincia, Akhtar Hayat Gandpur, afirmó que los líderes Chiítas estaban llamando por un alto al fuego, el arresto inmediato de aquellos que atacaron vehículos civiles y la compensación a las víctimas. Sin embargo, el Gobierno pakistaní no ha determinado quiénes han sido los atacantes y nadie se ha hecho públicamente responsable.
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