Mientras el mundo observa de cerca la transición de poder en Siria, las fuerzas israelíes lanzan ataques a gran escala en todo el país, dirigidos a importantes infraestructuras militares estratégicas, incluida la capital, Damasco. Estos acontecimientos generan preocupación sobre el proceso de transición de poder en Siria y plantea escenarios de mayor inestabilidad en la región.
Según el Gobierno israelí, los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel sobre las bases del ejército sirio tienen como objetivo evitar que las armas caigan en manos hostiles. Si bien en un principio negó que sus fuerzas hubieran avanzado hacia Siria más allá de una zona de amortiguamiento en la frontera, fuentes sirias advirtieron la incursión del ejército israelí hasta 25 kilómetros de la capital, Damasco.
Si bien un portavoz militar israelí dijo que las tropas no habían abandonado la zona desmilitarizada, varias fuentes desmienten sus afirmaciones. En este sentido, tres fuentes de seguridad sirias dijeron que los israelíes habían avanzado más allá de la zona desmilitarizada y que habían llegado a la ciudad de Qatana, varios kilómetros al este de la zona de amortiguamiento y a poca distancia del aeropuerto de Damasco.
El domingo, Israel entró rápidamente y se apoderó de la zona de amortiguamiento que separa los Altos del Golán ocupados de las zonas controladas por Siria.
Israel arrebató los Altos del Golán a Siria en la guerra de 1967 y los anexó en la década de 1980, pero la comunidad internacional nunca ha reconocido la medida. En declaraciones a los periodistas el lunes, Netanyahu dijo que los Altos del Golán ocupados permanecerían en manos de Israel «por la eternidad».
Por su parte, el representante permanente de China ante la ONU, Fu Cong, sostuvo que el Gobierno chino desea que la situación en Siria se estabilice lo antes posible y espera que se pueda iniciar un proceso político inclusivo lo antes posible. «Las facciones y partidos en Siria deben tener como prioridad el interés del pueblo», afirmó.
Los ataques de Israel en Siria están impulsados por preocupaciones sobre la proliferación de armas después del fin del gobierno de Assad. Además, en los últimos años, Israel se ha centrado en ampliar sus fronteras de seguridad y zonas de amortiguamiento, adoptando una postura agresiva.
Sus principales objetivos son las instalaciones de armas químicas y la infraestructura militar, a los efectos de debilitar a las fuerzas antiisraelíes.
Dada la inestabilidad actual en Siria, es poco probable que se produzca un conflicto importante entre Siria e Israel en el corto plazo. Sin embargo, si Siria logra la unidad, las acciones de Israel probablemente enfrentarían una fuerte resistencia debido a los sentimientos nacionalistas dentro de un Gobierno unificado.