En el marco del Coloquio Patria que se viene desarrollando en La Habana, Cuba, Horizonte Multipolar conversó con el sociólogo y economista argentino Jorge Elbaum.
Le consultamos al analista internacional sobre el presente de los BRICS y sus posibilidades de desarrollo, con fundamental énfasis en las implicaciones para los países de América Latina.
Elbaum considera que los BRICS son la vanguardia a nivel mundial y que hoy son más allá que una alternativa. Al respecto, sugirió a los países del Sur adherirse a este grupo de países y lamentó que el presidente argentino, Javier Milei, haya decidido retirar su adhesión. Este es el diálogo que, en exclusiva, Horizonte Multipolar tuvo en La Habana, Cuba con Jorge Elbaum:
¿Por qué consideras que es la derrota de Occidente si los BRICS avanzan?
En principio, porque a nivel geopolítico está planteado como la posibilidad de muchos países del mundo de desconectarse de la lógica hegemónica que plantea Occidente desde hace cinco siglos, la realidad es así. Lamentablemente el modelo financiero internacional, sobre todo, que por un lado depende del dólar, los mecanismos institucionales como el SWIFT, así como otros elementos, si se quiere, vinculados a la lógica del financiamiento de las bolsas, de los bonos soberanos, hace que haya un circuito controlado desde básicamente Wall Street y la bolsa de Londres.
Los BRICS han intentado y logrado, aunque sea parcialmente por ahora, pero de una manera progresiva y paulatina muy importante, independizarse de esa red institucional que termina produciendo o motivando el control de las sanciones internacionales económicas y financieras por parte de Occidente. Entonces, cuando los BRICS empiezan a autonomizarse de eso, lo que logran es, por un lado, zafar de las sanciones unilaterales y del control económico y financiero que plantea el G7 o la OTAN o Occidente, que para mí son lo mismo.
¿Y qué oportunidades ofrece a América Latina en su conjunto adherirse a los BRICS? ¿Qué se le abre ahí?
Bueno, en principio ya hay algo previo a los BRICS, es que Sudamérica, si uno lo toma en total, tiene como primer socio comercial en la actualidad a la República Popular China. Pero si uno piensa en términos de la suma de importaciones y exportaciones, vemos que incluso es más relevante el vínculo en general con los BRICS, tomando en cuenta el rol obvio de Beijing en eso, que con Occidente. Entonces, ya de movida, nuestros socios, por un lado, prioritarios, pero por otro lado, complementarios, porque la realidad es que la economía del G7 tiene mecanismos regulatorios, para-arancelarios, de control y limitación muy importante, que hace que nuestros mercados, nuestra logística de América Latina, nuestros productos, no tengan espacio dentro de Europa Occidental o de Norteamérica.
En ese marco, nuestras economías son más complementarias con China, y además, y con BRICS en general, y además de ser complementarias, los BRICS tienen una lógica de funcionamiento multipolar que no es jerárquica, no es unidireccional, y no tiene un carácter extorsivo como el que tiene EEUU o Europa Occidental. La verdad es que el Sur Global, y metiendo dentro de eso a América Latina, América del Sur, Caribe y Centroamérica, se complementa mucho más con África, con Asia, que con EEUU y Europa Occidental. Eso implica que, de alguna manera, se necesita un liderazgo fuerte de Brasil, en la región, para que el resto de los países, fundamentalmente pensando en el MERCOSUR, se contagien de eso.
Yo recuerdo que Argentina, en el gobierno de Alberto Fernández, estuvo cerca de ingresar al BRICS, pero luego quedó, obviamente por el cambio de Gobierno, y Uruguay ahora está empezando a mencionar el concepto BRICS en los discursos del presidente. Sí, de hecho, Argentina fue aceptada a los BRICS y, lamentablemente, el actual presidente Javier Milei decidió el primero de enero del 2024 no ingresar, cosa que es realmente uno de los errores más graves de la historia política de las relaciones exteriores de Argentina.
Los BRICS son el presente y el futuro. Está clarísimo que el deterioro relativo de EEUU en la economía en la capacidad de regulación financiera sigue siendo importante, pero está claramente en un momento de desguace, cosa que hace que el actual presidente Donald Trump tenga como lema volver a hacer a EEUU grande. Eso ya es una clara aceptación de que ha dejado de serlo y que están buscando un origen supuestamente perdido, al que quieren regresar, pero que sin embargo está cada vez más lejos, en la medida de que uno mira año a año cómo pierde no solamente liderazgo económico, sino también político.
En el marco de un presidente que es un payaso, igual que Milei, y que un día pone aranceles, otro día lo saca, un día, digamos, advierte que se quiere quedar con Panamá, con Groenlandia, otro día dice que, en realidad, no dijo lo que dijo, etcétera. Ello implica no sólo una pérdida de poder político, sino también institucional a nivel global.