El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que EEUU mantiene una “guerra psicológica” constante contra su país, en un intento de debilitar la estabilidad política y la moral del pueblo venezolano. Las declaraciones se produjeron tras el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, una acción que Washington justifica como parte de su lucha contra el narcotráfico, pero que Caracas considera una maniobra de presión y hostigamiento.
“Somos amenazados de palabras diariamente por el imperio estadounidense, diariamente una guerra psicológica. Palabras para allá, palabras para acá. Que mueven un barco, que mueven un misil”, afirmó el mandatario venezolano durante una intervención pública transmitida por el canal del Estado. “Quieren quebrar la voluntad del pueblo, pero aquí hay conciencia y hay dignidad nacional”, añadió.
Maduro sostuvo que detrás de estas acciones se oculta una campaña destinada a “sembrar miedo” y crear una percepción falsa sobre la situación interna del país. “El imperialismo norteamericano no se cansa de atacar a Venezuela porque no acepta que seamos libres, soberanos e independientes”, subrayó.
El Gobierno venezolano ha denunciado en reiteradas ocasiones que las sanciones económicas y la presión mediática internacional forman parte de una estrategia integral para socavar la Revolución Bolivariana y promover un cambio de gobierno por vías no democráticas. En respuesta, el presidente reafirmó que su administración seguirá apostando por la paz, el diálogo y la defensa del derecho internacional.
“Venezuela no se rinde ni se rendirá jamás. Frente a las amenazas, respondemos con más trabajo, más unión y más amor por la patria”, manifestó Maduro.
En su discurso, el jefe de Estado también reiteró la disposición del país a fortalecer sus alianzas con naciones que promuevan un mundo multipolar, basado en el respeto mutuo y la cooperación. “Nuestro camino es el de la independencia y la dignidad. Nadie nos va a sacar de él”, concluyó.
De esta manera, el Gobierno venezolano ratifica su compromiso con la soberanía nacional y hace un llamado a la comunidad internacional a rechazar cualquier forma de injerencia extranjera, defendiendo el derecho de los pueblos a decidir libremente su destino.




























