En el segundo día de la cumbre anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se celebra en Azerbaiyán, el presidente de ese país, Ilham Aliyev, se defendió de las críticas provenientes de Occidente sobre el rol de las exportaciones de gas y petróleo en la economía del país.
Aliyev sostuvo que su país ha sido objeto de una campaña de “calumnias y chantaje” por parte de la “fake media” y organizaciones ambientalistas occidentales, cuya finalidad es boicotear la cumbre.
En este sentido, apuntó contra las llamadas Organizaciones No Gubernamentales independientes, “que compiten por difundir noticias falsas sobre el país”.
Estas declaraciones están enmarcadas en una creciente tensión geopolítica que se refleja en el proceso negociador de la cumbre, a partir de un Sur Global que exige a los países desarrollados por un mayor involucramiento, a los efectos de reforzar los mecanismos de financiación para la transición energética que se plantea desde los ámbitos multilaterales como respuesta al cambio climático.
Desde el Norte Global, cuyos países se beneficiaron durante décadas de la explotación de los recursos fósiles, estableciendo un “modo de vida imperial” con altos grados de consumo de energía, se critica a los países exportadores de petróleo y gas no occidentales por presuntamente hacer caso omiso a las nuevas agendas multilaterales referentes al desarrollo sostenible.
Ante ello, Aliyev afirmó que los “medios de noticias falsas de un país (EEUU) que es el primer productor mundial de petróleo y gas, que produce 30 veces más que Azerbaiyán, nos llaman “petro-Estado”. Sería mejor que “se cuidaran a ellos mismos”, aseveró.