Argentina: el partido de Milei desplaza al PRO en la Ciudad de Buenos Aires

Las elecciones de este domingo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) dejaron un escenario signado por una profunda transformación política. En un proceso caracterizado por la fragmentación de la derecha, la crisis del PRO y el crecimiento sostenido de La Libertad Avanza, la contienda electoral capitalina fue más que una disputa de cargos; fue un termómetro de la reconfiguración del poder político en uno de los distritos históricamente más estables del país.

Desde 2007, cuando Mauricio Macri accedió por primera vez al gobierno porteño, el PRO había consolidado un dominio casi hegemónico sobre la Ciudad. Sin embargo, en esta elección, el partido sufrió su mayor retroceso desde su fundación. La candidatura de Clara Muzzio, respaldada por el jefe de gobierno Jorge Macri, no logró despertar entusiasmo en un electorado cada vez más crítico de la gestión local.

Los cuestionamientos a la administración actual giraron en torno a la falta de mejoras en infraestructura educativa, el aumento de la inseguridad en zonas tradicionalmente tranquilas y una política de urbanismo que privilegia los negocios inmobiliarios sobre el bienestar de los vecinos. El PRO pagó el costo de la continuidad sin renovación.

En paralelo, La Libertad Avanza (LLA), el partido liderado a nivel nacional por el presidente Javier Milei, capitalizó ese descontento. Su candidato, Manuel Adorni, logró imponerse en la interna del espacio tras desplazar a Ramiro Marra, y con el apoyo estratégico de Karina Milei, consiguió posicionarse como la opción más competitiva dentro del electorado derechista.

Adorni combinó un discurso disruptivo con propuestas de fuerte contenido ideológico liberal, lo que, según los analistas, sedujo especialmente a los votantes más jóvenes y desencantados con la “vieja política”. El sorpresivo segundo puesto en las PASO fue un claro indicio de un fenómeno en ascenso, que se confirmó en las generales.

En el otro extremo del espectro político, Leandro Santoro logró posicionar a Unión por la Patria como la principal fuerza de centroizquierda en la ciudad. Aunque no le alcanzó para disputar el liderazgo electoral, su buena performance mostró que existe un electorado dispuesto a respaldar una agenda progresista, especialmente en temas como el acceso a la vivienda, la defensa de la educación pública y los derechos laborales.

Santoro, sin embargo, enfrentó el mismo dilema de siempre para el peronismo en CABA: cómo construir mayorías en una ciudad históricamente refractaria a sus propuestas. Su desafío hacia 2027 será lograr ampliar su base sin perder identidad.

Uno de los elementos más controversiales del proceso electoral fue el desdoblamiento impulsado por Jorge Macri. El adelantamiento de las elecciones porteñas —previstas originalmente para octubre, pero celebradas en mayo— buscó evitar que la campaña local se contaminara con las tensiones nacionales. Sin embargo, la medida terminó beneficiando a LLA, que supo capitalizar la atención mediática sin el peso de un contexto económico nacional que le es adverso.

Los resultados de las elecciones en CABA 2025 marcan un antes y un después. La ciudad dejó de ser un bastión seguro del PRO y se convirtió en un terreno de disputa entre nuevas derechas y un progresismo revitalizado.

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